lunes, 30 de noviembre de 2015

Siervo



(A mi amado Pastor Gilber Fauss)

Eres tú el escogido
Por el Padre Celestial
Por cuanto le ha placido
A ti su obra encomendar.

No importa cuanto tarde
Dios la obra completar
Que tu alma fiel aguarde
Y no desvíes tu mirar.

Dios te dice : las naciones
En herencia te daré
Y no pide mil canciones
Solo un corazón de fe.

No olvides mi Ministro
Te dice el Señor
Que Yo Soy quien te visto
Y te sustento con amor.

Espera en el Amado
Que el vallado puesto está
Has sembrado y has regado
Pero crecimiento Dios lo da.

Aquel que siembra la Palabra
Con gozo ha de llegar
A la tierra donde labra
Porque fruto ha de segar.


--Patricia J. Olivera Costilla. --

Entrégame tus penas



¡Dios! si mis penas son tuyas
voy a pensar en algo diferente…
Pero han pasado varios minutos
y no fluye en mi nada elocuente

¿Qué debo hacer si tú lo hiciste ya todo?
¿Será que mis dudas me impulsan a actuar de todos modos?

Y recorro una vez más el camino de espinas
Y Tú me dices ¡hijo para!
Y ¿por qué mejor no te inclinas?

Si es que ya lo hice por ti,
¡descansa tranquilo!
Ven acércate y escucha a tu mejor amigo

¿Qué te parece mi plan?
¡Mira lo que paso con Adán!

Y para qué escoger el mal camino
¿No te das cuenta que en realidad
soy yo el dueño de tu destino?

Siempre te amaré, en el amanecer, en el anochecer
Jesús mi hijo todo el tiempo te lo hará saber
Cuando escuches llover
Deléitate en mi mover
No te dejaré caer

Porque te entrego mis caricias
 confundidas con el viento
Con el sonido de las olas
 y al mojar tu cuerpo
Con el agua de vida y el sabor de mis besos

Y es que estoy en todos lados
¿No lo has notado?
Por esto te digo entrégame de verdad tu carga
Déjame ya tus penas

porque en Cristo te serán ajenas.

En la Prueba



Cuando algún vendaval tu vida agite
y tu pecho el dolor tenga oprimido,
no preguntes a Dios, «por qué permite»
Di más bien, para qué lo ha permitido.

Porque Él tiene un propósito, y tu herida
es sin duda un peldaño, que, aunque estrecho,
Dios lo ha puesto queriendo que en tu vida
desarrolles tu don con más provecho.

Si es que anhelas ser fiel, sufre y espera.
Recuerda que el Señor te está guiando,
y al final, cuando esfume tu quimera,
sabrás por qué en su amor te está probando.

Siempre no durará lo que hoy padeces;
todo aquí en esta vida es pasajero.
Tras la noche, radiante el día aparece
deslumbrando hasta el último lucero.

Sí Satán te empujara hacia el pecado,
resiste hasta triunfar como un valiente.
Que también Jesucristo fue tentado

y jamás resbaló por la pendiente.

Niña ciega



Qué ciego es el mundo, madre,
Que ciegos los hombres son,
Piensan, madre, que no existe
Más luz que la luz del sol.

Madre, al cruzar los paseos
Cuando por las calles voy,
Oigo que hombres y mujeres
De mí tienen compasión.
Que juntándose uno a otro
Hablan bajando la voz
Y que dicen: ¡Pobre ciega!,
Que no ve la luz del sol.

Mas yo, no soy ciega, madre;
No soy ciega, madre, no;
Hay en mí UNA LUZ DIVINA
Que brilla en mi corazón.
El SOL que a mí me ilumina
Es de eterno resplandor;
Mis ojos, madre, son ciegos...
Pero mi espíritu...no.

Cristo es mi Luz, es el día
Cuyo brillante arrebol
No se apaga de la noche
En el sombrío crespón.
Tal vez por eso no hiere
El mundo mi corazón
Cuando dicen: ¡Pobre ciega!,
Que no ve la luz del sol.

Hay muchos que ven el cielo
Y el transparente color
De las nubes, de los mares
La perpetua agitación.
Mas cuyos ojos no alcanzan
A descubrir al SEÑOR
Que tiene a leyes eternas
Sujeta la Creación.

No veo lo que ellos ven,
Ni ellos lo que veo yo;
Ellos ven la luz del mundo
Yo veo la LUZ DE DIOS.
Y siempre que ellos murmuran:
¡Pobre ciega! (digo yo)
¡Pobres ciegos!, ¡que no ven
¡Más luz que la luz del sol!...


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Lagrimas del Santo



Lágrimas del Santo
Al rodar por tus mejillas
Con gran dolor del corazón
Aquellas lágrimas sencillas
Dejaron huellas de pasión
Por el mundo que se pierde
Sin amor, sin compasión.

Aquellas lágrimas hoy duelen
Viendo al mundo sin perdón
Porque sabes, que si mueren
No gozarán tu salvación.

Lágrimas del Santo
Que se mezclaron con sudor
Porque amó al mundo tanto
Llevando todo su dolor.

Lágrimas benditas
Que me acercaron al Señor
Lágrimas con ruegos
De mi amado intercesor.


-- Patricia J. Olivera Costilla. --


miércoles, 11 de noviembre de 2015

El favor de Jehova



Mujer virtuosa… ¿Quién la hallara?
Todo varón que obre justicia y camine con la verdad.

El favor más preciado,
que Dios te ha entregado,
Es una esposa a tu lado,
para que el sea glorificado.

Es un tesoro divino,
que a tu vida se vino entregar,
Elaborada de un lino fino,
para que le puedas amar.

Amaras a tu esposa y ya no serán dos,
Para que en una sola carne,
Entreguen sus hijos a Dios.

Cuida de tu esposa,
vivan su amor en plenitud,
Ofréndale una rosa,
como los noviecillos en su juventud.

Permitan que el fruto del amor que se han entregado,
Atesoren los recuerdos
de cuanto se han amado.

La pareja que teme a Dios
por siempre será alabada,
Y en Jesucristo nuestro señor
eternamente será  glorificada.

Dios les bendiga matrimonios de todas las congregaciones,
En su relación dan testimonio
de nuestro Dios y sus bendiciones.


--Fernando Quintana Lazareno--

Alabando a la mujer virtuosa




Que a la mujer virtuosa quien la hallara?
Yo conozco a una y te diré donde esta
…allá en la lejanía ella tiene su hogar
Llena de bellos recuerdos imposibles de olvidar
desde el día en que Dios puso un bebe en su ser
deseando ese momento en que habría de nacer.

Desde que a sus hijos ella enseno a caminar
Hasta que uno a uno el nido vio abandonar
La que a Dios invito a nuestro hogar para que
Viviera con nosotros y lo aprendiésemos amar…

y cuando en padre y madre ella se convirtió
Levanto su mirada al cielo y fuerzas al padre pidió,
Miro de frente… y tomando de la mano a sus hijos
a Cristo los encamino.

Es la mujer virtuosa la que tristezas y sinsabores
Supo afrontar,
Confiando que Cristo la victoria le habría de dar.
Ella con amor, paciencia y rigor
Hizo por sus hijos siempre lo mejor.

Cada día ella al Señor implora, que mantenga a sus hijos
Bajo sus alas protectoras.
Ellos gracias dan por la dicha inmerecida
de disfrutar tan sublime amor en esta vida.

Anhelo el momento en que pueda verla,
Para abrazarle fuerte muy fuerte.
Cada día la tengo en mi mente recordando
el lindo pasado como si fuera el presente.

Es mi madre la mujer virtuosa aquí mencionada
La que teme a Dios y que será alabada…
por ella sus hijos se levantan
y la llaman bienaventurada.

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Mujer Virtuosa



La Mujer que teme a Dios
pide a el sabiduría;
pues, sin ella, su casa
edificar no podría.

Trabaja, ora y llora
por sus hijos y esposo también,
conociendo que si a Dios siguen
no tendrán falta de ningún bien.

Su clamor a Dios llega;
pues, en ella, Él halla valor;
valor que sólo se encuentra
cimentado en Su amor.

Su mano al pobre extiende
y en ella hay compasión,
porque en su interior entiende
su propósito y su misión.

Misión de enseñar a sus hijos
a Dios de corazón amar
y de ayudar a su esposo
en todo a su Dios honrar.

Bienaventurada es llamada
y Dios bendice su labor;
porque, sobre todo,
ella desea brindarle gloria y honor.


--Lourdes Martínez--

En la noche silenciosa



En la noche silenciosa
cuando el Mesías nació
con voces maravillosas
un coro eterno se oyó.

Se iluminaron los cielos
en los campos de Belén
y aquel paisaje tan bello
inauguró un nuevo Edén.

Nace el autor de la vida,
se humana nuestro Hacedor,
Dios ante el hombre se humilla
para mostrarnos su amor.

Viene a salvar al perdido,
viene a traernos la paz,
viene a mostrar el camino,
la eterna felicidad.

En la noche silenciosa
cuando el Mesías nació,
la gracia maravillosa
de Dios, se manifestó.


 --Daniel Nuño--

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lunes, 9 de noviembre de 2015

A los que a Dios aman






En la vida, no siempre entendemos
lo que dice la Santa Escritura.
Dios es sabio, lo reconocemos...
Pero hay cosas que vemos oscuras.

Cuando es dura la vida y nos daña,
no apreciamos que en ese momento:
"TODO ES BIEN PARA LOS QUE A DIOS AMAN."
Nos aturde el voraz sufrimiento.

Que sufrir pueda ser provechoso
nos parece irreal e inhumano.
Sin embargo, es un juicio armonioso...
Una ley que en la vida encontramos.

No fecunda el trigal, si no mueren
los granitos de trigo... Y la espiga
no nos da el gran tesoro que tiene,
sin que pase por ella la trilla.

Igualmente en la vida cristiana,
cuando Dios algo duro permite
siempre tiene una meta muy sana;
y un provecho ejemplar nos transmite.

Su Palabra es la fiel garantía
que al cristiano da fe y confianza.
Si el Señor de esta forma nos guía,
lo demás tiene poca importancia.


-- Daniel Nuño --

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viernes, 30 de octubre de 2015

El sembrador



De aquel rincón bañado por los fulgores
del sol que nuestro cielo triunfante llena;
de la florida tierra donde entre flores
se deslizó mi infancia dulce y serena;
envuelto en los recuerdos de mi pasado,
borroso cual lo lejos del horizonte,
guardo el extraño ejemplo, nunca olvidado,
del sembrador más raro que hubo en el monte.

Aún no sé si era sabio, loco o prudente
aquel hombre que humilde traje vestía;
sólo sé que al mirarle toda la gente
con profundo respeto se descubría.
Y es que acaso su gesto severo y noble
a todos asombraba por lo arrogante:
¡Hasta los leñadores mirando al roble
sienten las majestades de lo gigante!

Una tarde de otoño subí a la sierra
y al sembrador, sembrando, miré risueño.
¡Desde que existen hombres sobre la tierra
nunca se ha trabajado con tanto empeño!
Quise saber, curioso, lo que el demente
sembraba en la montaña sola y bravía;
el infeliz oyóme benignamente
y me dijo con honda melancolía:
-Siembro robles y pinos y sicomoros;
quiero llenar de frondas esta ladera,
quiero que otros disfruten de los tesoros
que darán estas plantas cuando yo muera.

-¿Por qué tantos afanes en la jornada
sin buscar recompensa? dije. Y el loco
murmuró, con las manos sobre la azada:
-Acaso tú imagines que me equivoco;
acaso, por ser niño, te asombre mucho
el soberano impulso que mi alma enciende;
por los que no trabajan, trabajo y lucho,
si el mundo no lo sabe, ¡Dios me comprende!

Hoy es el egoísmo torpe maestro
a quien rendimos culto de varios modos:
si rezamos, pedimos sólo el pan nuestro.
¡Nunca al cielo pedimos pan para todos!
En la propia miseria los ojos fijos,
buscamos las riquezas que nos convienen
y todo lo arrostramos por nuestros hijos.
¿Es que los demás padres hijos no tienen?...
Vivimos siendo hermanos sólo en el nombre
y, en las guerras brutales con sed de robo,
hay siempre un fratricida dentro del hombre,
y el hombre para el hombre siempre es un lobo.

Por eso cuando al mundo, triste contemplo,
yo me afano y me impongo ruda tarea
y sé que vale mucho mi pobre ejemplo,
aunque pobre y humilde parezca y sea.
¡Hay que luchar por todos los que no luchan!
¡Hay que pedir por todos los que no imploran!
¡Hay que hacer que nos oigan los que no escuchan!
¡Hay que llorar por todos los que no lloran!
Hay que ser cual abejas que en la colmena
fabrican para todos dulces panales.
Hay que ser como el agua que va serena
brindando al mundo entero frescos raudales.
Hay que imitar al viento, que siembra flores
lo mismo en la montaña que en la llanura.
Y hay que vivir la vida sembrando amores,
con la vista y el alma siempre en la altura.

Dijo el loco, y con noble melancolía
por las breñas del monte siguió trepando,
y al perderse en las sombras, aún repetía

¡Hay que vivir sembrando! ¡Siempre sembrando!...

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miércoles, 28 de octubre de 2015

Atiende al consejo, joven



Oye joven, sé prudente; 
apártate para Dios 
Entrégate a El por completo; 
toma hoy la decisión. 

El mundo mucho te ofrece; 
se presenta en su esplendor 
Pero al final del camino 
todo es desilusión. 

La carne con sus pasiones 
provoca a la tentación 
Si no la vences a tiempo, 
te lleva a la perdición. 

Es una trampa, no cedas; 
es lazo del tentador 
Repréndelo en el momento, 
si no, te espera el dolor. 

Mira arriba, hacia el cielo; 
busca el rostro del Señor 
Es el refugio seguro, 
el lugar de bendición. 

El es el Amigo fiel; 
conoce tu corazón 
Es el que llena el vacío; 
da plena satisfacción. 

Sé sabio, sigue a la meta; 
haz tú como el corredor 
se sacrifica a sí mismo 
por tener el galardón.



Autor:
Zaida C. de Ramón

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martes, 27 de octubre de 2015

Ábrele tu corazón



¡Si tú supieras, amigo, lo mucho que Dios te ama!
Te lo muestra cada día desde las horas tempranas.
Te levanta, te alimenta, te viste, también te calza;
y si te encuentras enfermo, si le pides, El te sana.

Piensas que lo tienes todo, ¡Pues algo especial te falta!
aunque ahora no lo entiendas lo comprenderás mañana.

Es de niños entenderlo al sabio le es cosa extraña
¡Pues a ti Dios te ama tanto que como a niño te habla!

¿Quieres, mi amigo, ir al cielo cuando de este mundo partas?
Cree solo en JESUCRISTO; Él quiere salvar tu alma.

En este día del Señor clamo por ti al Dios del cielo
que ponga en tu corazón darte a Él con grande anhelo.

Recuerda los beneficios que por amor Él te ha dado;
de todos, el más hermoso, el más valioso y más alto;
aquél que no tiene precio pues con sangre fue pagado.

Es la salvación eterna, es vivir siempre a su lado.
Es que te amistes con El, con tu Dios que te ha creado.

Dale importancia al consejo que por amor hoy te damos;
ábrele tu corazón a Aquel que al mundo te trajo.


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